Al igual que los seres humanos, los peces también sufren estrés y tienen que luchar con las deficiencias asociadas. Al mirar el acuario, uno u otro puede pensar: qué buena vida tienen estos animales. La misma temperatura todo el año, siendo cuidados y alimentados por sus dueños y viviendo una vida tranquila el mayor tiempo posible. La sensación es de relajación y no de estrés. Sin embargo, los peces del acuario también pueden sufrir estrés, ya que, al igual que ocurre con los humanos, depende del entorno y de los compañeros que los rodean. Unos valores del agua incorrectos pueden provocar estrés en los peces y provocar graves complicaciones de salud y acortar su esperanza de vida. Por lo tanto, es importante que reconozca cuándo su pez está estresado y qué puede hacer al respecto.
Síntomas: Debe vigilar a sus peces con frecuencia para detectar estos signos de estrés.
- Jadeando por el aire: Si un pez boquea constantemente en la superficie, esto desencadena estrés, muy probablemente causado por la mala calidad del agua, que suele estar detrás de la intoxicación por amoníaco.
- Apetito: Un pez estresado no suele comer. Una dieta incorrecta también puede causar estrés. Comprueba que das a tus peces el tipo de alimento adecuado.
- Enfermedad: la ictiofiriosis, caracterizada por la aparición de manchas blancas en el cuerpo del pez, y otras enfermedades suelen producirse como consecuencia del estrés. Si observas estas u otras dolencias o llagas visibles en tus peces, debes comprobar inmediatamente los valores del agua y hablar con un veterinario sobre los posibles tratamientos si es necesario.
- Extraño nado: Cuando los peces están estresados, no siempre se comportan con normalidad y pueden desarrollar patrones de natación inusuales. Si su pez nada frenéticamente sin motivo aparente, se estrella contra el fondo de su pecera, se frota contra la grava, las piedras u otros objetos, o se mete las aletas en el costado, puede estar sufriendo un estrés importante. Investiga qué está causando el estrés y cómo puedes aliviarlo.
Causas: El estrés en los peces puede ser provocado por varios factores. A menudo, un cambio de hábitat provoca un comportamiento relacionado con el estrés. Estos son algunos ejemplos que desencadenan el estrés en los peces:
Condiciones de agua desfavorables: Unas buenas condiciones del agua son lo más importante en el cuidado de los peces de acuario. El agua es para los peces lo mismo que el aire para los humanos. Un acuario mal mantenido provoca condiciones de agua desfavorables, lo que a su vez causa estrés en los peces. Si ves que tus peces jadean en la superficie, debes realizar inmediatamente un análisis del agua para averiguar si algo va mal. Los niveles altos de amoníaco o nitrato, los niveles bajos de oxígeno, la temperatura incorrecta, las grandes fluctuaciones de temperatura o los niveles altos o bajos de pH pueden causar estrés.
Compañeros de tanque equivocados: Al igual que las personas no se llevan bien con todo el mundo, los peces también tienen problemas cuando tienen que vivir en el mismo hábitat con una especie de pez elegida al azar. Un espacio demasiado reducido, demasiados peces o los peces equivocados dificultan la convivencia en el acuario y provocan estrés en cada uno de ellos. Tenga cuidado de no poner demasiados peces en su acuario, ya que esto conlleva varios problemas, como un comportamiento agresivo y una mala calidad del agua. Además, los peces necesitan varios escondites y refugios para poder evitar a posibles atacantes. Además, cuando alimente a sus peces, intente distribuir la comida de manera uniforme para que los peces no tengan que competir entre sí.
Otros factores: Además de los factores ya mencionados, hay otros que provocan estrés. Uno de estos factores es la presencia de productos químicos o medicamentos en el acuario de los peces. Cuando trate a los peces enfermos, asegúrese de ponerlos en cuarentena en un tanque separado. Una dieta incorrecta también puede causar estrés. Asegúrate de conocer la dieta óptima para tu pez y haz lo posible por darle una alimentación equilibrada.
Por último, las alteraciones externas del hábitat también pueden provocar el estrés de los peces. Un lugar mal elegido para el acuario, el paso constante de personas o los ruidos fuertes también provocan estrés. Si tienes hijos, asegúrate de que respetan el hogar de los peces.
Conclusión: los peces sin estrés tienen un sistema inmunitario intacto, enferman menos y viven más tiempo. Si notas que tus peces sufren estrés, debes actuar rápidamente y eliminar las causas. El estrés no tratado puede provocar enfermedades mortales como la hidropesía y/o la putrefacción de las aletas. Para saber cuáles son los factores de estrés, analiza el agua y observa el comportamiento de los peces.
Foto de portada: Tommy Kronkvist